EL FRENTE ANTI DEMOCRÁTICO. Por Ricardo García Jiménez/APIM.
A invitación abierta realizada por las dirigencias del PAN y PRD para sumarse al FAD, MORENA se negó a participar en el citado acuerdo. Ya que según los lineamientos sobre los que se asienta el proyecto nuevamente tienden a crear las bases de una política contra el pueblo de México. No olvidemos que tanto el PRD y PAN fueron los secuaces del PRI en la creación del llamado Pacto por México, instrumento que implementó a fondo una serie de reformas estructurales como la energética, laboral, educativa, fiscal, entre otras que vulneraron a la economía y seguridad de millones de familias mexicanas. Aunado a una serie de incrementos en los precios de la canasta básica, el alza en los energéticos (gasolinas, gas, electricidad, etc.) y una serie de cambios en las políticas de atención social a los grupos más vulnerables del país es lo que ha motivado esta espiral de empobrecimiento generalizado. En la evolución histórica del PRD, este instituto político ha tenido la desesperada necesidad de hacer coalición con el Partido Acción Nacional en muchas entidades de nuestro país debido principalmente porque su dirigencia nacional y estales han celebrado acuerdos con el partido en el poder gubernamental (PRI) para aprobar tales reformas e incrementos, hecho que motivo la salida de cientos de sus militantes que vieron esta conducción del PRD cercana a las políticas del PAN y PRI, situación que han dejado sólo un puñado de seguidores perredistas. Por otra parte, el Partido Acción Nacional quien se encuentra perfilándose a las elecciones presidenciales de 2018 comenzó hace un par de meses a sostener una férrea pelea a su interior por posesionar a su posible candidato entre los diferentes grupos representados por Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón; Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla; Ricardo Anaya, presidente nacional del PAN; también destacan Ernesto Ruffo, Juan Carlos Romero Hicks y Miguel Márquez, quienes serían los posibles presidenciables. Esta disputa panista ha creado una debacle como nunca en la historia de ese partido, para muestra de lo anterior se vio reflejado en la pasada elección donde en algunas entidades este partido llego a posesionarse en tercera y cuarta fuerza electoral. Ambas direcciones partidarias, PAN y PRD, conjugan la misma inquietud que es no dejar que llegue a la presidencia de la República AMLO. Ambos partidos harán un esfuerzo para bloquear por todos los medios posibles como en el 2006 el frenar el avance del candidato eterno de MORENA. De forma paralela PRD y PAN buscaran un candidato común, construirán una plataforma política subordinado sus principios y estatutos partidarios para darle continuidad a las reformas estructurales con el beneplácito de los Estados Unidos. Pero resulta también interesante analizar que al interior del PRD, habrá corrientes que jugaran a dos cartas, una parte apoyará al PAN para que en un doble movimiento puedan derrotar al PRI o fortalecer al candidato del Revolucionario Institucional. Por otro lado, habrá un minúsculo grupo de tribus perredistas que apoyaran de forma directa la figura de AMLO y algunos candidatos a puestos de representación como senadurías y diputaciones de Morena. Bajo estos someros comentarios considero que el Frente Amplio Democrático es una reedición 2006 y 2012 de Todos Unidos Contra AMLO tratando de mantener además las reformas estructurales implementadas durante estos últimos 20 años. Ahora bien, ¿AMLO representa una alternativa de nación con los siniestros personales que los asesoran? ¿Los 50 puntos del proyecto alternativo de nación realmente revertirán las reformas estructurales, la contención del incremento de precios a los servicios y energéticos, habrá el respeto a los entornos naturales, a los pueblos originarios con las zonas económicas especiales?
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